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Juego: ¿Para jugar, o no?

Aunque el juego se parecería ser anatema a la filosofía comunista, representando el peor de las enfermedades del capitalista, los países comunistas han encontrado loterías y piscinas del balompié para ser las buenas fuentes del rédito, mucha de las cuales se utiliza para patrocinar deporte.

La razón que juega mucho es ilegal es porque ha llegado a ser asociada con crimen.

Esto es inevitable; donde las sumas extensas de dinero cambian las manos sobre una base de chance, el engaño, la mañosidad de la confianza, la protección, el soborno y la corrupción son seguros presentarse.

Desafortunadamente para los proscribers, el juego es demasiado popular ser parado, y los ladrones prosperarán en una atmósfera ilegal. Hay paralelos obvios a la prohibición americana.

El jugador ingenuo es inconsciente de qué se enciende alrededor de él parte lo de su efectivo. Él no sospecha que los jugadores del compañero en casinos o ferias de la diversión pueden ser “shills”, o los empleados del establecimiento pagados para animarle a que juegue más.

O que el caballo que él movió hacia atrás pueden ser dopados, o que otros jugadores en un juego privado pueden ser “espabilado”, los operadores expertos que consiguen una vida de reuniones de juego sociales--- o puede ser que existan las tarjetas y los mecánicos agudos de los dados, o que el equipo se puede aparejar de la manera más costosa y más científica.

Él no sabrá que la propiedad de casinos en Las Vegas ha sido decidida con frecuencia por la guerra despiadada de la cuadrilla y que las sumas grandes se han pagado a los oficiales del gobierno y a los jefes del policía licencias y la protección.

¿Es jugándose inmoral?

Los jugadores dirían que el apostar en la moderación no daña nadie, que proporciona la diversión, que toda la vida es un juego de todos modos; y eso, organizado correctamente, jugando podía proporcionar el rédito para el estado y las caridades.

la opinión de Contra-juego diría que jugando miseria superior de las causas, al jugador y a su familia; que por otra parte el juego incluso en la moderación proporciona el rédito para el mundo terrenal.

Último presidente anterior Kennedy era de la opinión que los beneficios del juego eran directamente la corrupción del financiamiento que, alternadamente, minaba directamente a sociedad americana.

Los cristianos discutirían que la vida no sea un juego y que el estado y las caridades no deben aceptar dinero ganaron por las desgracias del individuo.

Estas discusiones están sobre las implicaciones prácticas del juego pero no contestan a la cuestión de si o el juego es intrínseco inmoral. Las iglesias católicas ni protestantes expresan una opinión firme, y pocos sacerdotes indican categóricamente que el juego es ético incorrecto.

De hecho, los raffles de la iglesia no son desconocidos.

El juego puede compárese al alcohol que bebe. En la moderación es agradable. Es también un pasatiempo que divierte, particularmente si se comparte con los amigos. Si se convierte en una obsesión, puede destruir a un individuo y traer miseria a su círculo inmediato.

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